¿Qué es el Audiobranding?

 
 
 
 
 

Si te digo que pienses en una marca de telefonía, existe una alta probabilidad de que automáticamente se te venga a la cabeza la imagen de una manzana mordida.

Si es así, también es muy probable que alguna vez te haya pasado que has escuchado esto y te has llevado la mano al bolsillo creyendo que te llamaban a ti:

Estamos habituados a leer sobre colores, isotipos y tipografías de las marcas, es decir, su identidad visual. Y en los últimos años se ha popularizado la identidad verbal, dando paso al boom💥 del copywriting.

¿Pero son las únicas aplicaciones de la identidad de marca que existen?

En un mundo en el que recibimos más de 6.000 impactos diarios, el encontrar cómo integrar las distintas aplicaciones en nuestra marca nos puede ayudar a diferenciarnos y permanecer en la memoria de las personas. Y aquí es donde entra en juego algunas herramientas como el audiobranding.

 
 
 

¿Qué es el audiobranding?

El Audiobranding (también llamado Sonic Branding) es aquello que conocemos como la identidad sonora o auditiva de una marca. Es decir: cómo trasladar con nuestro audio la personalidad de la marca para conectar directamente con nuestro cliente objetivo.

Fomentar la memorabilidad y diferenciación dentro de nuestro sector gracias a herramientas tan poderosas como la música o la voz de nuestra marca.

En la construcción del audiobranding se busca establecer la narrativa sonora de nuestra marca, es decir, nuestro storytelling a nivel auditivo. Y, sumando este a la personalidad, valores, propósito, y según los diferentes puntos de contacto de la marca, se define nuestro territorio sonoro.

 
 

Las marcas que incorporan el audio en su comunicación son recordadas un 40% más.

 
 

Pese a lo que podamos pensar, el uso del audio por parte de las marcas no es algo reciente, si no uno de los primeros métodos de comunicación tras la aparición de la radio en los años 20, donde aparecieron los primeros anuncios publicitarios.

Este anuncio de la marca de cereales Wheaties fue el primer jingle publicitario, retransmitido en 1926, y abriendo paso al uso de la música por parte de las marcas.

 
 
 
 
 

A partir de aquí, las marcas han incorporado distintos elementos para construir un vínculo auditivo entre clientes y su producto o servicio, que serán los que construyan su territorio sonoro.

 
 
 

¿Qué elementos componen el audiobranding?

 

El sonido en el audiobranding

¿Sientes sed al escuchar el gas de un refresco? ¿Te saliva la boca con el sonido del crujir del chocolate?

El sonido por sí mismo tiene un impacto brutal en nuestro cerebro, al permitirnos relacionar con estímulos y sensaciones por medio del recuerdo. También de manera natural, gracias a nuestras respuestas sensoriales es capaz de excitarnos, ponernos en alerta, y relajarnos.

El diseño sonoro en un anuncio tiene tanto peso como el diseño visual del mismo. Si a una marca de chocolates a la taza le sumamos el chisporroteo de la leña y construimos el ambiente sonoro de una cabaña, trasladaremos la calidez del producto con un impacto superior.

Algunas marcas tienen la oportunidad de integrar el sonido en el propio producto, como las marcas de coches deportivos, que cuentan en muchos casos con ingenieros acústicos para diseñar el sonido perfecto que traslade la adrenalina y energía de conducir sus modelos (Ferrari, Lamborghini, Bugatti…).

En otras, un sonido se puede convertir en el icono de la marca, llegando a tener un impacto tan grande que pase a formar parte de la cultura colectiva.

¿A que eres capaz de imitar cómo suena una espada láser?

 
 

La voz en el audiobranding

Como comentábamos al principio, la integración de la identidad verbal en las marcas ha popularizado también el concepto de voz de marca. Y si bien es cierto que es algo que define nuestra comunicación en escrito, también va a tener una importancia indiscutible en nuestra comunicación oral, y aquí es donde las dos áreas se superponen.

La voz es parte de nuestra marca personal, nos permite identificarnos y diferenciarnos sin falta de tener que vernos. A parte de los rasgos tímbricos de la voz, influyen nuestro tono y nuestro ritmo directamente en la comunicación de nuestra marca. Es fácil pensar en una voz delicada para transmitir confort, o en una voz potente para transmitir energía.

La voz se caracteriza directamente según el arquetipo y personalidad de la marca, y se matiza en función a nuestros valores diferenciales concretos.

Vale la pena destacar que el habla juega un papel técnico fundamental en este punto. Algo aparentemente tan sencillo como lograr que nuestro nombre se pronuncie como nosotros queremos, en muchos casos es complicado si no se trabaja directamente desde nuestra comunicación. Es por ello que en algunos casos se trabaja una solución fonética para la marca.

 
 

La música en el audiobranding

Y por último hablamos de aquel en el que probablemente hayas pensado en cuanto mencionamos al audiobranding: la identidad musical, o music branding.

La música tiene un impacto y relevancia tan potente en las marcas que tiene su propia subcategoría, puesto que abarca gran peso del diseño sonoro de una marca.

No se puede utilizar cualquier música con cualquier marca, puesto que el tono de toda nuestra comunicación se verá condicionado y puede generar disonancias en la percepción de nuestro cliente.

Debido a factores como la viralidad, o los miniads de las redes sociales, muchas marcas dan uso única y exclusivamente a canciones en tendencia, o en muchos casos rellenan su contenido con músicas libres de copyright.

La música es el recurso ideal para definir el entorno emocional que acompaña a nuestra comunicación, reforzar la intencionalidad, dar un punch de memorabilidad y diferenciación, y potenciar el storytelling auditivo de nuestro mensaje.

Pero además, que una marca trabaje el diseño de su propio tema de marca, así como el motivo musical o huella sonora que acompaña a las presentaciones de la misma brinda coherencia y relaciona todos los diferentes puntos de contacto que tenga la marca, generando un universo sonoro entorno a ella.

Te invito a conocer el caso de Mastercard:

 
 

Para el diseño musical de una marca se traslada la personalidad, valores y propósito a los pilares musicales esenciales: armonía, rítmica, dinámica e instrumentación.

A partir de un tema de marca se construyen las conocidas como reducciones, que son versiones alternativas que permiten adecuar el tema de marca a cada punto de contacto.

 
 

En conclusión, las marcas deben aprovechar la oportunidad que ofrece el audiovisual para conectar con sus clientes, pero para hacerlo sin sacrificar la coherencia de la marca, el definir su propio audiobranding es esencial, independientemente del tamaño de la misma.

 

📝 Iván Mosquera, compositor y diseñador sonoro para marcas

📲  ivanmosquera.es

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