Define la personalidad de tu marca a través de los Arquetipos
En el último artículo que publiqué hace una par de semanas os contaba qué es la personalidad de marca y dónde podíamos trabajarla. En muy resumidas cuentas: cualquier ocasión en la que la que la marca cobra vida es el momento perfecto –por no decir obligatorio😉– para activar la esencia de nuestra marca, posicionarnos, diferenciarnos y comenzar a construir significados de forma coherente y consistente.
Supongo que ya os he contado más de una vez que, además de ser consultora independiente en estrategia de marca, soy profe de branding. Hago este breve inciso de autobombo✨ porque justo en el artículo de hoy os resumo una de los talleres formativos con los que más disfrutan mis alumnos y alumnas: definir la personalidad de marca a través de los Arquetipos.
Desarrollar, concretar y trabajar la personalidad de tu marca hará que te diferencies y que conectes con tus distintos públicos. Recuerda: no se trata de gustar a todos, pero si conquistar y fidelizar a aquellos con quienes compartimos valores y visión.
¿Te apetece saber sobre esta teoría_herramienta taaan útil? ¡Sigue leyendo!🙂
Para definir la personalidad de nuestra marca es fundamental que tengamos en cuenta los atributos de la misma. O lo que es lo mismo: la personalidad de marca ha de retroalimentarse de aquellos aspectos diferenciadores que ofrece nuestro negocio. Solo así, seremos capaces de generar asociaciones, significados y experiencias de forma coherente.
Una teoría con más de 100 años
Si, has leído bien. Más de cien. La Teoría de los Arquetipos fue desarrollada por el psiquiatra y ensayista suizo Carl Gustav Jung (en la imagen) allá por 1920-30. Inicialmente, los arquetipos fueron diseñados para usarse en el ámbito de la psicología, concretamente para entender las motivaciones del individuo.
Estos arquetipos no son más que patrones de comportamiento repetitivos que conforman distintas personalidades; patrones de conducta que construyen esquemas mentales que tenemos las personas que se han convertido en universales y que forman parte del imaginario colectivo.
Hoy día, estos arquetipos se utilizan en branding, marketing e incluso en recursos humanos.
Los 12 arquetipos
Persona corriente o amigo
Bufón
Amante
Héroe
Rebelde
Mago
Gobernante
Creador
Cuidador
Sabio
Explorador
Inocente
Es importante no entender los arquetipos como meros estereotipos, sino usarlos desde la perspectiva de las motivaciones humanas
Así, a su vez, estos 12 arquetipos se agrupan en cuatro categorías a partir de las motivaciones de los mismos:
Pertenencia (Motivación: Conexión con otros, comunidad)
Control (Motivación: Orden)
Riesgo (Motivación: Cambiar el mundo)
Independencia (Motivación: Camino espiritual)
La importancia de las motivaciones
Características de cada arquetipo y ejemplos
Desglosemos ahora cada arquetipo en su correspondiente categoría y con ejemplos de marcas que corresponden a cada una de ellas.
Pertenencia
Persona corriente o amigo: Este arquetipo es, sobre todo, empático. Da mucha importancia a la amistad y la igualdad a través de nobleza y la sencillez. No pretenden ser aspiracionales, sino que su narrativa se basa en aspectos reales y sentido común.
Bufón: Son marcas divertidas, despreocupadas y con un tono de comunicación fresco y original. Les gusta llamar la atención y utilizan, a menudo, un humor exagerado e, incluso, absurdo.
Amante: Transmiten un estilo de vida un tanto idealista y apasionado. Son románticas y soñadoras y utilizan una comunicación aspiracional. Su narrativa gira en torno a lo espiritual combinado con lo estético. Deseo, erotismo y fantasía.
2. Control
Gobernante: Se posicionan como líderes. Transmiten calidad y garantía desde el poder, aportando dirección y guiando mediante el establecimiento de las normas. Liderazgo, justicia, fuerza y autocontrol.
Creador: Estas marcas siempre van un paso por delante del mercado. Activan su marca a través de la creatividad. Promueven la libertad en las organizaciones, así como en los individuos. Con una actitud inconformista, autosuficiente y muy exigente en cuanto a la calidad.
Cuidador: Son marcas con una actitud proteccionista y paternales. Usan mensajes en los que promueven la protección y la ayuda de forma altruista. Son bondadosas y empáticas. No pretenden ser protagonistas, sino convertirse en un canal para la mejora de los demás.
3. Riesgo
Héroe: He aquí las marcas con una personalidad ganadora, pero, además, con la intención del bien común. Transmiten esfuerzo, honor y victoria. Quieren dejar huella en el mundo e inspirar a otros. Son valientes.
Rebelde: Expertas en romper con lo establecido a través de la rebeldía. Huyen de lo convencional. Trabajan de forma proactiva el sentido de pertenencia a un grupo o comunidad. Rechazan las normas y no tienen la necesidad de encajar en la norma.
Mago: Marcas transformadoras e inspiradoras a través de la imaginación. Transforman lo ordinario en extraordinario. Son carismáticas con una visión clara.
4. Independencia
Sabio: Son marcas que transmiten conocimiento de una forma inteligente y con una personalidad analítica. Expertas en su categoría. Ofrecen orientación y actúa como un mentor, un sabio. Aman el conocimiento, la verdad, la investigación y el análisis.
Explorador: Libres, descaradas, auténticas, independientes y atrevidas. Las marcas exploradoras no tienen límites y les encanta la aventura. Aman la libertad por encima de todas las cosas.
Inocente: Dan mucha importancia a ser uno mismo para conseguir ser felices. Son marcas sencillas y optimistas en su comunicación con cualidades que nos recuerdan a la niñez: ingenuas, sinceras, sencillas y sin pretensiones.
Definir la personalidad de nuestra marca es muy importante. Elegir un arquetipo (o incluso dos) en base a los atributos de nuestro proyecto nos ayudará a dar expresión a nuestra marca –o la de nuestro cliente😉– siempre en la misma dirección.
¡Nos leemos pronto!
